

Que me tengan miedo mis compañeros.
Su certificado de nacimiento indica que su nombre es José Daniel Díaz Sepúlveda, pero él es Dani Ride, un apasionado cantante Pop chileno que este año representó a Chile en la competencia internacional del festival de Viña del Mar. Dani tiene 35 años, es de signo escorpión y oriundo de Antofagasta. Actualmente vive con su pareja José, que tiene 23 años y con quién encontró todo lo lindo del amor y a su partner de vida.
Apasionado por la música, se describe como inteligente, comprometido y estudioso, confiesa que es algo calculador y también medio inocente porque le cuesta ver la maldad en las personas. Cuando hace un balance de su personalidad dice que “tengo más defectos que virtudes”. Lo que más le molesta de otras personas es la competitividad sobre todo “cuando hacen cosas que no corresponden” la vida le ha enseñado a competir consigo mismo y no le gusta que la gente hable mal de otras personas, por eso mismo, indica que “yo creo que Tomás González, no me habría caído bien, no me gustaba como hablaba de Disley” y mostrando su personalidad continua con “yo le habría parado los carros ahí mismo, en seco”. Al momento describirse en un plato de comida, no lo duda, las lentejas; “yo siento que soy como eso, soy muchos colores al mismo tiempo y lo que yo le entrego al resto es muy nutritivo, las lentejitas son un plato tan noble, que eso soy yo”. Y al momento de identificarse con un ingrediente elige el merquén; “porque es rojito y yo igual soy un poco rojito jajaja y porque es picante y yo creo que igual tengo como esa cosa, el merquén potencia los sabores y yo soy mucho de potenciar a mis compañeros y potenciarme a mi”.
Para Dani su comida favorita es algo tan simple como el cereal con leche y es que esto fue lo que más extrañó comer cuando, “mi familia quedó muy mal de plata y no teníamos pa comer bien”.
Su relación con la cocina fue muy triste la primera parte de su vida, sufrió de reflujo y le costaba comer, entre medio de esto sus padres peleaban porque su papá notaba que tenía una femineidad muy marcada y esto no fue fácil. Dani nació como una persona con intersexualidad, es decir, sus características sexuales no se ajustaban a los patrones típicos del femenino o masculino. Sus padres querían tener a un niño y creció así, a los 3 años lo operaron, pero las peleas seguían, la femineidad no se iba, y su crianza fue en extremo apuntada hacia lo masculino, había que potenciar y desarrollar su masculinidad con instrucciones como que los hombre no cocinan y eso fue así hasta los 5 años cuando su “Pevi” como cariñosamente llama a su abuela materna, aprovechó los momentos que compartían solitos para permitirle comer lo que él quisiera y de esa forma tener una mejor relación con la comida, esto porque su mamá no le permitía comer, por ejemplo, lo primero que aprendió a cocinar, sopaipillas. De ahí en adelante su “Pevi”, no solo le enseñó a cocinar, en esa cocina también le contó su historia, le habló de cómo había sido nana en distintas casas, le enseñó a hacer una pizza de fideos y explicó que, “la pizza de fideos es lo que hacían, porque como eran tan pobres, no les alcanzaba para hacer pizza. “Ella ocupaba restos de fideos que habían sobrado del día anterior y los mezclaba con huevito, les rayaba un pancito que ya estuviera duro y con eso hacía la masa y a eso le ponía el queso que los jefes le regalaban porque le decían, mira, sobró esto que se puede perder, ¿lo quieres?” su abuela preparaba una pizza familiar y según lo que recuerda; “esos eran los grandes festines que tenían en la casa, con las sobras de los jefes y las sobras de la casa”.
Sus platos más celebrados son los garbanzos y los zapallitos italianos rellenos, ambos los cocinó por primera vez a su familia cuando tenía 15 años, para mostrarles lo que había aprendido con su “Pevi”. Por nada del mundo cocinaría paloma, su relación con estas aves es cercana, tiene 20 palomas de compañía en su techo, y dice que sería difícil si “me pasan una cabeza de chancho, me voy a querer matar, por dentro voy a estar con crisis de pánico, yo amo a los chanchos, feliz tendría un puerquito en mi casa, pero haría de tripas corazón, porque lo voy a cocinar igual”.
Los orígenes de Dani son humildes, siendo adolescente vivió en una media agua sin ventanas, la vida le ha costado, pero aún así persigue su sueño, quiere irse a México a internacionalizar su carrera, los contactos los tiene en su mano, el dinero no existe en su cuenta bancaria, por lo que ganar top chef es su principal objetivo. Confiesa que su situación económica no es la mejor, le preocupa que, por ahora, no tiene una cocina para estudiar y ejercitarse para la competencia, en su departamento se hacen preparaciones con una cocinilla de camping, pero esta dispuesto a “estudiar mucho, sacarme la conchesu…llegar a mi casa y seguir practicando, comprarme la cocina y a pedir favores si es que no llego a tenerla, pedirle favores a mis amigos, pedirle favor a la producción de Top Chef, como, me quiero quedar estudiando ¿puedo?, pediría favores para seguir estudiando, porque todo se trata de estudiar, estudiar y estudiar”. Estudioso como se declara, ha visto todas las temporadas anteriores, por lo que ya tiene una idea formada sobre los jueces y Cristián. Fernanda es su chef favorita “la amo, estoy un poco enamorado de ella”, “encuentro que es maravillosa, me gusta todo de ella”, sobre Sergi no tiene miedo en declarar que “lo primero que pienso es, guapo, guachito rico, voy de cabeza. Me parece el menos duro de los tres, también que tiene un paladar que se nota que es muy, muy refinado”, del Chef Benjamín opina que es “otro guachón” y desde la parte de la cocina cree que es “el que valora más la jugada, si estás tratando de probar algo nuevo, creo que es el que más lo valora”. A Cristián lo considera “el famoso más amoroso que hay en Chile. Yo lo veo como un futuro Felipe Camiroaga, porque es cariñoso, tiene el ángel que tenía Felipe, se le nota, lo transmite por la pantalla”.
Dani quiere pasarlo bien, ganarse el corazón de la gente, no le tiene miedo a la competencia, tiene nervio porque todo Chile lo va a ver, cree que “yo debería ser el ganador de la tercera temporada de Top Chef Vip Chile porque soy un cabro de mucho esfuerzo, soy muy inteligente y muy compañero, se van a dar cuenta que detrás de la cascara, hay alguien muy tierno, empeñoso, que lucha todos los días por ser mejor y por eso creo que me merezco ganar. Yo voy a ganar ese es mi principal foco, miedo no tengo ninguno, de hecho, que me tengan miedo mis compañeros, porque voy a ir sorprendiendo pasito a pasito. Top chef de la semana, si o si, voy a tener uno”.